El Imparcial... que pena

Es triste saber cómo aquélla que fue "la familia imparcialera" ahora esté tan resquebrajada por el tenso ambiente laboral que se vive al interior del que se dice es el diario más leído del Noroeste...
Además de los despidos injustificados, los recortes anuales de personal para que los empleados no hagan antigüedad, la reducción de la beca escolar y la nostalgia por los bonos de cumpleaños y pavo navideño que desaparecieron. hoy El IMPARCIAL, nos sorprende al comenzar a aplicar estrategias que son un insulto para cualquier intelecto, por mínimo que éste sea, que ni siquiera en las maquiladoras (sin demerito a quienes en ellas trabajan) sería lógica.
Lo más descabellado que tramó su flamante depto. de Recursos Humanos ha sido hostigar al personal para que firme un papel "en total acuerdo" de que si cualquier empleado es sometido a una evaluación en su área de trabajo y sale con baja puntuación (habría que ver quién definirá los criterios para tales calificaciones) automáticamente renunciará a su cargo, lo cual por supuesto es una renuncia forzada dizfrazada.
No se sabe cuál es el trasfondo de esta nueva política imparcialera de no permitir que el personal alcance antigüedad, de estar rotando personal en todas las áreas, sin importar que con ello demerite la calidad del periódico (aún más), lo que sí sabemos es que muchos empleados temerosos ya firmaron porque los amenazaron de pasar sus nombres a la dirección, una dirección por cierto que dista mucho de serlo... Pobres Don José Santiago y Don José Alberto Healy, qué vergüenzas pasarían si estuvieran vivos...